
La nueva ultraderecha no abandona las viejas banderas del nazismo, pero adopta nuevas formas. A veces aparecen disfrazados de obreros, otras abrazan el ecologismo pero su pensamiento es el mismo: odio al diferente. Las nuevas corrientes neonazis combinan un discurso de clase, un nacionalismo excluyente, en ocasiones un toque verde y un profundo odio al diferente. También practican la vieja técnica del entrismo. Ya hace unos meses miembros del MSR consiguieron penetrar en el sindicato CGT. Es necesario permanecer atentos y alerta. Las camisas pardas nunca son verdes.