11 de abril de 1987, Primo Levi nos dejó, pero su voz sigue resonando con fuerza. Su testimonio, especialmente en “Si esto es un hombre”, es una de las denuncias más poderosas y humanas sobre los horrores del Holocausto. No solo relató lo que vivió, sino que logró transformar el sufrimiento en una reflexión ética y literaria profundamente necesaria.
Nos enseñó que la memoria no es un acto pasivo: es resistencia, es educación, es un compromiso con la verdad.