11 de abril de 1987, Primo Levi nos dejó, pero su voz sigue resonando con fuerza. Su testimonio, especialmente en “Si esto es un hombre”, es una de las denuncias más poderosas y humanas sobre los horrores del Holocausto. No solo relató lo que vivió, sino que logró transformar el sufrimiento en una reflexión ética y literaria profundamente necesaria.
Levi nos recordó que la memoria no es solo un acto del pasado, sino una responsabilidad del presente. Como él mismo escribió:
«Comprender es imposible, pero conocer es necesario.»
Nos enseñó que la memoria no es un acto pasivo: es resistencia, es educación, es un compromiso con la verdad.
Porque lo que ocurrió puede volver a ocurrir.
Porque el odio y la indiferencia nunca están tan lejos como creemos.
Porque hay que conocer para no repetir.
Porque el silencio no puede ser la respuesta.
A 38 años de su muerte, su voz sigue viva:
¡Nunca más!